lunes, 17 de octubre de 2011

Apuntes de Historia: la muerte de Probo, emperador de Roma.

Marco Aurelio Probo fue el cuadragésimo séptimo emperador de Roma. Fue proclamado como tal por las legiones de Oriente y derrotó en batalla al emperador Floriano, sucesor del viejo senador Tácito, que tan sólo había reinado unos pocos meses. Cuando se hizo con el poder supremo, en 276 D.C, Probo hubo de enfrentar diversas invasiones a cargo de los bárbaros en partes del mundo romano correspondientes a las actuales Alemania-Austria-Suiza, Hungría, Croacia-Eslovenia, Turquía o Egipto. También derrotó a tres usurpadores: Saturnino en Oriente y Próculo más Bonoso en Occidente.

En el mundo romano la medida de la legitimidad del poder venía dada por el grado de éxito militar percibido. En este sentido, Probo fue un emperador "de los legítimos". Sin embargo, este emperador de origen balcánico tuvo dos ideas que le costarían la ruina. La primera fue su política aperturista hacia los bárbaros, a algunos de los cuales permitió asentarse en diversas regiones del imperio y la segunda, la que sería su perdición, emplear a las legiones como mano de obra para obras públicas, como peones. Algunas de estas obras, que el emperador supervisaba personalmente, tuvieron lugar en su localidad natal: Sirmium (actual  Sremska Mitrovica, Serbia).

En el año 282 Probo, estando en Sirmio, tuvo noticia de que Marco Aurelio Caro, su prefecto del pretorio, se había proclamado emperador. Envió tropas contra el usurpador pero éstas en lugar de atacar a Caro se le unieron. Fue entonces cuando un grupo de los soldados que aún permanecían leales a Probo, supuestamente furiosos por ser obligados a trabajar como peones, forzaron la torre donde se encontraba armados de los utensilios de su denostado trabajo. Una vez ante el emperador le dieron muerte a palazos. Sin embargo, en uno de esos episodios de arrepentimiento, vergüenza o superstición que solían protagonizar los legionarios romanos, los mismos soldados que habían dado muerte a Probo decidieron colocar una solemne inscripción junto a su cuerpo muerto. Una inscripción que da cuenta del respeto romano a la victoria y que rezaba:

"Aquí yace el emperador Probo, verdaderamente Probo. Vencedor de todos los bárbaros y de todos los tiranos".

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